lunes, 6 de octubre de 2014

Mi favorita...


“CAMPAMENTO DEL OLVIDO”

El invierno ya había pasado sin novedades, y me disponía a transitar por las anchas veredas de la nueva temporada veraniega, en busca de algo distinto. Nada me sorprendió mas que la noticia de un viaje con amigos a mi querida villa balnearia “el cóndor”, a escasos 30 Km. de mi ciudad natal, Viedma. Juanchi y Richard, mis “amigos”, eran de esos chicos… ¿Cómo podría decirlo?... mujeriegos?,  Langas? …
Bueno, de esos, se entiende no?.. En fin, la idea era pasar una buena temporada con amigos… y un par de chicas, obvio. La cuestión es que una de ellas, no pudo asistir al viaje, que más bien era un campamento de verano organizado a las patadas, como lo hacían todo ellos. Y resulta ser que, y cito a Juanchi:(“y bueno muchachos, hay una sola minita para los tres, ja ja, que gane el mejor!! )… claro, que gane el mejor… yo soy medio chapado a la antigua vio, y no me gusta eso de jugar con el prójimo, mucho menos si es mujer. Cuestión de crianza que le dicen. Pero la cosa es cuando quise acordar, ya estábamos rumbo  a nuestro destino.
El día estaba espectacular, y la gente coincidió con nosotros para pasar el verano.
Cuando llegamos, mientras yo me disponía a armar las carpas, Juanchi y Richard, ya habían empezado con la operación conquista. Demás esta decirles que todo lo que decían o hacían, estaba orientado al sexo. Yo más bien decidí pasar, e insisto, prefiero charlar, y dejar que las cosas florezcan, si es que surgen.  Soy canceriano,  y el signo me marca a fuego.
La noche nos alcanzó, luego de una tarde a pleno sol y playa, donde mis amigos hacían hasta lo imposible por tener algo con Lucy, porque así se llamaba ella, y prendimos una fogata a un costado de las carpas. Luego de varias horas de esparcimientos y juegos, donde supe hacer de cantante, acompañado de Richard en la guitarra, los cansados conquistadores se fueron a descansar, y me quede a solas con Lucy.
Las estrellas tenían un brillo especial esa noche,  y charlamos de todo… cada palabra o chiste, provocaba un abrazo sentido y tierno… parece mentira, pero sin conocernos demasiado todavía, nos teníamos una confianza ciega. A esta altura de la noche, era obvio que el cansancio nos pedía sueño, y nos quedamos dormidos en un tierno abrazo.
Al día siguiente, me desperté con su cabecita en mi pecho. Lentamente y sin despertarla, me aparte y la tape con una manta, para luego retirarme al mar. No me pude sacar de la cabeza esa noche maravillosa vivida a su lado. Su rostro angelical, su sonrisa tierna, sus ojitos marrones y sus manos entrelazadas entre las mías.  Algo comenzaba a nacer dentro de mi… mientras mi mirada se perdía en el azul profundo del mar.
Un grito chillón de Juanchi me trajo a la realidad del campamento. Los conquistadores habían despertado. Y si… de nuevo a la carga, como no podía ser de otra manera.
Ese día anduve perdido en una nebulosa cósmica sin poder apartar la mirada de su humanidad. La miraba y se me caía el mundo.
Juanchi y Richard no se apartaban ni un segundo de ella, y eso me ponía de los pelos.
Sin darme cuenta en que momento, ella se me acercó y me preguntó que me sucedía, nada le dije… nada, que estúpida e insípida palabra, estaba hasta las manos con ella, eso me sucedía, y lo único que se ocurrió decirle fue eso, nada. Ella me miro por un momento y luego me invito a ir con ellos al mar… esta bien le dije, vallan ustedes.
Quien me escribe los libretos a mi? Se puede ser tan estúpido?.
Esa noche, estuvimos tomando cerveza y cantando hasta tarde. En un momento dado, me retire a calmar mis necesidades fisiológicas y Richard, se fue a dormir. Cuando volví, Juanchi la estaba besando… no puedo explicar la opresión que sentí en el pecho, parecía como si un rayo me hubiera alcanzado sin tormenta alguna.
Me quede parado e inmóvil como una estatua por un largo rato. Quieren saber que pasó?
No se… díganme ustedes como debería terminar esta historia. 
Los muchachos levantan campamento, Se termina un fin de semana agotador, donde todos la pasaron de maravillas… acepto yo, claro; que solo tuve un momento de gloria junto a Lucy, pero que luego se convirtió en una pesadilla.
El invierno se acercó mas crudo de costumbre, ya no volví a verla… y ese momento en la playa, resonaba en mi cabeza como un estéreo a todo volumen.
De pronto, el sonido del teléfono me despierta del letargo; bajé a tierra por un instante y lo deje sonar hasta que se callo.
Nuevamente, la paz fue interrumpida por la insistente campana del aullante teléfono. Se acciono el contestador. Una suave y nítida voz, dulce como la miel, y llena de paz, se coló entre los circuitos inalámbricos del mismo. Era ella; invitándome a tomar algo… quería hablar conmigo.
No la atendí. Para qué?... ya sabía lo que me iba a decir. Estuve horas maldiciendo por no haberla atendido. ¿ Se puede seguir siendo tan estúpido?.
Pasó una semana… las vueltas que da la vida, me la llevaron a encontrarla en un ciber café. La mire, me miro… desvié la mirada, hice como que no la vi, por dios!!! Esta mina me esta poniendo cada vez mas estúpido!!! Como si se fuera a creer que no la vi!!... si fue mas que obvio!!
En fin, se acerco hasta mi máquina y me saludo sorprendida porque no le di bolilla. Me dijo que me notaba distante, me pregunto porque no le contestaba las llamadas… hasta me dijo que no dejaba de pensar en aquel dichoso día y que había estado tratando de ubicarme desde entonces, pero que me había perdido el rastro. ¡Como si le fuera a creer! ¡Me partió el corazón en mil pedazos y de diferentes colores!!!
Le dije que ese día yo sobraba, que no me gusta estar en el medio de nadie… y que yo había perdido en un juego que ni siquiera estuve jugando.       
 La respuesta lógica apareció. Me dijo que no entendía… y bueno, le expliqué. No supo que decirme.
Lo que ustedes no saben, es que Richard, vive a dos cuadras de mi casa, y me dijo que Juanchi y Lucy, se siguieron viendo luego del campamento.
Y lo que ella no sabe, es que a pesar de que nunca voy a dejar de amarla… hace poco mas de un mes, que estoy de novio.
Los amores de verano son así… fugaces; pero algunos, te quedan tatuados en el alma para toda la vida.
Esta es mi historia, la historia de un campamento… el campamento del olvido.
   

                                                 FIN


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